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MANUELLA GONZÁLEZ
“ENTRE LA MODA Y EL ESTOICISMO: LA VISIÓN DE UNA MODELO COLOMBIANA EN DUBÁI”
Desde muy joven, Manuella González supo que su camino estaba ligado a la moda y a la manifestación. A sus 26 años, esta modelo colombiana radicada en Dubái ha construido una visión clara de su futuro. Su trayectoria es un testimonio de que la disciplina mental y el esfuerzo constante son las claves para materializar los sueños.
La moda no es solo una pasión para Manuella, es el lienzo donde pinta sus mayores ambiciones. Actualmente, compagina su carrera de modelo con sus estudios de diseño de modas, un paso crucial en la construcción de su marca personal. Con la mirada puesta en el futuro, su objetivo es claro: crear una marca de moda que conecte y empodere a las mujeres hispanas.
La filosofía del estoicismo es un pilar fundamental en la vida de Manuella. Esta disciplina le ha permitido mantener el control mental para tomar decisiones complejas y perseverar en su camino. Cree firmemente que una mente fuerte es la herramienta más poderosa para alcanzar el éxito, un principio que ha aplicado desde niña, cuando visualizaba con claridad la vida que hoy está construyendo.
Su carrera en el modelaje le ha abierto las puertas a un mundo de experiencias. Viajar por múltiples países ha enriquecido su criterio estético y le ha permitido entender de cerca las necesidades y los gustos de las mujeres en diferentes culturas. Manuella ha absorbido todo este conocimiento en cursos y masterclasses, nutriendo una visión que busca plasmar en su futura marca de moda.
Una de sus grandes metas es fusionar la estética global con la riqueza cultural latina. A través de sus diseños, desea destacar rasgos distintivos de la identidad hispana, algo que, considera, debe ser expuesto y valorado por marcas originarias de la región.
Más allá de la estética, la visión de Manuella tiene un profundo componente social. Su sueño es crear una marca colombiana con representación global, que, a su vez, genere oportunidades de empleo en su país. Quiere ser un agente de cambio, demostrando que el talento local puede trascender fronteras y mejorar la vida de otras mujeres.
En su tiempo libre, Manuella cultiva sus pasiones: el maquillaje y el cuidado personal, dos extensiones de su interés por la estética. Su dedicación al fitness es una muestra de su compromiso con la salud y el bienestar, aspectos que considera esenciales para mantener el equilibrio en una vida tan ajetreada.
La historia de Manuella González es un recordatorio de que los sueños, por grandes que parezcan, se cumplen con trabajo, dedicación y una fe inquebrantable en el poder de la mente. Su futuro en la moda no se trata solo de ropa, sino de crear un legado que inspire, conecte y empodere a quienes la rodean.

